II- Una Rosa Pompón
Rosa, una blanca y una roja.
La primera, aunque sigilosa,
ilumina tu amor sincero
sin intereses ni lisonjas
Rosa, una blanca y una roja.
La segunda, siendo estruendosa,
permite el brote del centeno
y aclarar mi mente nublosa
Ambas recuerdan aquél cuento
perdido éste entre papiros,
abandonado, sino muerto:
abandonado, sino muerto:
Como Eros, puro y simple mito.