viernes, 15 de junio de 2018

Tiempo

Se alzó el álamo blanco
sobre hojarasca pasada.
El color ocre de su reflejo
asoma lúgubre en el estanco
dejando en él su huella marcada.

La caída lenta de las hojas secas,
a la llegada de Vertumno,
anunció la muerte de las azucenas,
la corrupción de las aguas
y el frío asesinato de mi mundo.

Y con ello, los peces perecen
las flores no asoman nuevos tallos
y sus capullos se cubren, asustados,
ante el deterioro imparable del paisaje.
Pasa siempre. Sólo queda en pie el Álamo.

lunes, 4 de junio de 2018

Apio

La tenue luz del cuarto
y la copa alta del ébano
me despiertan cierta apatía.
No sé si será cansancio,
lo mecánico de la rutina
o el dulce encanto de las Sabinas
cuyas ramas yacen esparcidas
cuyo olor a derrota invade mi jardín.
Paciente, voy recambiando el ramillete
que reposa sobre el escritorio,
siendo siempre Campanillas blancas
las que emiten una luz de resistencia 
en un aire enrarecido, que asfixia,
que frustra todo gentil intento
por sembrar uvas negras allí,
allí donde el desequilibrio, como un río
arrasa con todo aquello que ve.

Digo que es cuestión de perseverancia,
pero perseverancia ya mató a este Apio.

Dulce tempestad

En esta obscura noche, tú y yo somos quienes danzan al son de las dos lunas, de su canción callada, rota y bruna, sobre alfileres ...