lunes, 17 de junio de 2019

Dulce tempestad


En esta obscura noche, tú y yo somos
quienes danzan al son de las dos lunas,
de su canción callada, rota y bruna,
sobre alfileres dóciles y romos

Sería un estropicio si los plomos
impidieran, en pleno acto, que fluya
la luz bajo la cual bombea abrupta
y lenta, nuestra sangre hecha dos domos

Quisiera recordar los buenos días
aquellos que, vestidos de tu blanco,
quedaron entre mi boca y el camino.

Quisiera olvidar los malos días
aquellos que, teñidos de tu llanto
resquebrajan tu vals (molt) cristalino


sábado, 15 de junio de 2019

Iconolatría (esto no es un un soneto)


Existes entre el garujo y la tierra
mientras yo, agazapado en las sombras
veo como tu Deseo descombra
a la Razón, que no cabe en la mierra

Larga travesía hacia la sierra
guiando el carro donde la Bellasombra,
procurando verla entre tanta solombra,
tras el fantasma de una negra perra.

Nos entregamos ambos a la locura
de quién se ha dado por vencido
de habitar en este mundo cansado

Y vendimos el alma en la conjura
por nuestro lecho de amor bendecido
de momentos finitos y avivados



The Ritual - Roberto Ferri

miércoles, 30 de enero de 2019

Clavel Blanco (II)

II- Una Rosa Pompón 


Rosa, una blanca y una roja.
La primera, aunque sigilosa,
ilumina tu amor sincero
sin intereses ni lisonjas

Rosa, una blanca y una roja.
La segunda, siendo estruendosa,
permite el brote del centeno
y aclarar mi mente nublosa

Ambas recuerdan aquél cuento
perdido éste entre papiros,
abandonado, sino muerto:
Como Eros, puro y simple mito.


sábado, 12 de enero de 2019

Clavel Blanco

I - La rosa de Eros


Los prados perdían su color
atrapado yo por el fuerte aroma
de un mal convertido en flor
de un mal apodado amapola

Daba vueltas en torno un ciprés
en constante estado melancólico
a ratos adormecido
otras veces encantado

Súbitamente, siendo preso
del tiempo y su cíclico transcurso
pisé el tallo de una linda rosa
y clávose su espina bien adentro 
tornándose mi corazón enloquecido

Lágrimas y recuerdos brotaron,
y de ellos un viejo conocido
¿Quién dejó caer semejante arma?
Feliz condenado al sentimiento
Gran dolor el que hace sentirme vivo.




domingo, 23 de diciembre de 2018

Historias de política ficción - M. Vázquez Montalbán



La voluntad no existe. No era una de sus más antiguas sospechas. A lo largo de su vida son sustituidas por la presión de lo lógico y lo fatal sabiamente combinados. Lo fatal como presión exterior, de los otros y la sociedad. Lo lógico como un patético esfuerzo personal para no ser arrollados por la fatalidad”

La presente edición está formada por dos breves historias protagonizadas ambas por el detective privado Carvalho.  Los personajes y el escenario que transcurren en las historias son prototípos de la España de la transición: un detective macarrilla, una burguesía con máscaras de sal, la doble moral cristiana de un convento o la joven de valores progresistas provenientes de la revolución sexual. Sí, éste sería de los primeros libros que se me vendrían a la mente si alguien  preguntara por una novela negra, en general, y española, en particular.

Ambas historias comparten un trasfondo que de alguna u otra forma las une: la guerra civil española. La segunda mitad de los años treinta siempre fue un recurso literario bastante popular para construir historias y enredos que sólo el coos bélico podía permitirse.  Los casos y los enigmas a descifrar incitan a un recorrido íntimo y personal de varias experiencias de la guerra civil para darnos cuenta que no todo terminó en el 39.

Un buen libro para una tardecita.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Cultura postmoderna

Quadre de Ferran Vidal

En la postmodernitat l’altre desapareix fagocitat per el jo i la raó deixa de ser el pilar central per excel·lència. El desig ens guia cap a l’objectiu de la vida en la postmodernitat que és aconseguir el plaer. La raó privilegiava la raó, la vida postmoderna és una successió de desitjos i satisfaccions, d’aquesta manera la vida s’accelera i el temps d’espera desapareixen i la búsqueda del plaer és una qüestió urgent. El que resol aquesta urgència és el consum en grau hiper. El futur ja no és el nou temps, sinó el present. Vivim cada instant, com un valor, lo únic permanent és el hui i la nostra vida es converteix en una successió de present rere present. El passat s’oblida i el futur desapareix del nostre horitzó. La idea central de la modernitat perd sentit, el que importa és el ara. L’espera no és un valor, l’home prometeu de la modernitat es converteix en un home dionisíac.
Són temps d’espectacles, com definia Guy Debord, en aquest marc la política deixa pas al concepte de gestió. La ferramenta moderna per organitzar la societat, però en temps postmoderns la societat es fragmenta en jos que no reconeixen a l’altre. El concepte de societat esclata i la política deixa de ser joc per a l’agrupació. Les institucions modernes són assaltades per el mercat, sent aquest el principal ordenador social. Una cosa per la qual el mercat no està fet.
S’imposa el neoliberalisme –que no deixa de moure’s en la concepció leninista del imperialisme– i ja no són considerats pel nostre lloc de pertinença, sinó pel grau en el que podem consumir. La proclamació de llibertat que manifesta la cultura lligada al neoliberalisme es manifesta com un imperatiu paradoxal: sé lliure. Una economia en la que cadascú és el seu empresari, però al mateix temps el seu propi esclau. Són temps d’explotació i auto-explotació on l’alienació deixa de ser una cosa impulsada des de un cos extern a l’individu sinó que és exercitada per ell mateix. Aquest capitalisme elimina l’alteritat per sotmetre tot al consum: la exposició com a mercaderia intensifica lo narcisista.
La desaparició de l’experiència eròtica, o la crisi de la literatura i l’art també poden atribuir-se a la desaparició d’aqueix altre al que va dirigit, a l’angoixa de l’Eros, com diria Byung-Chul Han.



jueves, 1 de noviembre de 2018

Historia de un idiota contada por él mismo - Félix de Azúa




No importa la pasión que nos mueva –amor, odio, servicio a la patria, eficacia–: el cuerpo es tan sólo una excusa para la exploración científica.

Este libro es la narración del viaje introspectivo del único y gran protagonista: el idiota. Es este el narrador, que no se limita a describir sino que analiza el contexto en el que desarrolla su vida y saca sus propias conclusiones; lo cuál nos puede recordar, a más de uno, al uso que damos a twitter. 

Es un idiota, pero no haciendo referencia a su inteligencia. Es más bien un infeliz, un cínico, un pringado más de las redes sociales. Lo primero, que sea infeliz, es fácil de suponer pues, durante toda la historia, la narración tiene como primer motor la búsqueda de la felicidad a través de la experimentación sensible: una diversidad de campos como el arte, la mili o el sexo. Lo segundo, el ser cínico, se debe al tono sarcástico y desenfadado con el que analiza y critica todo cuánto le alcanza la vista.

Es un héroe trágico, algo extravagante e insensato, que representa la incertidumbre reinante  en la segunda mitad de siglo XX -menos mal que el autor no ha escrito el libro ahora-.Paralelamente a Max Estrella o Don Quijote, la búsqueda de la felicidad del Idiota es una quimera. Arrastra al protagonista a estados de sorpresa (real o fingida, eso nos da lo mismo), de embriaguez o de genuina locura. Algo característico del lenguaje utilizado es el aparente cientifismo con la que reviste esta búsqueda, hablando de los propios romances como experimentos y de la lectura –el broche final para que resulte un personaje verdaderamente grotesco– como estudio académico.

En fin, la historia de muchos.


Dulce tempestad

En esta obscura noche, tú y yo somos quienes danzan al son de las dos lunas, de su canción callada, rota y bruna, sobre alfileres ...